El género Quercus se llama así por el nombre latino de la encina, roble y otras especies que producen bellotas. El epíteto de esta especie, pyrenaica alude a los Pirineos, aunque su distribución natural no se vincula con esta cordillera (apenas está presente en la Sierra de Leyre), llegando por el norte hasta el Loira, y por el sur hasta las montañas del Rif en Marruecos; aunque es más abundante en el noroeste de la Península Ibérica, cordillera Cantábrica y Aquitania (Francia).

Es una especie caducifolia, aunque con frecuencia las hojas, ya secas, persisten en la rama hasta el brote de la nueva hoja (son marcescentes). Las bellotas son comestibles, pero de sabor amargo y poco apreciadas.